Disfrutar de unas merecidas vacaciones, teniendo en cuenta que hoy en día vivimos, casi siempre, por y para el bienestar de otros, es, a todas luces, una actividad muy placentera que nos llena de recuerdos y conformarán éstos un pasado que contar a todo aquel que se ponga a tiro a la vuelta.
Aunque puedo considerarme afortunada por haber disfrutado de pisar tierras ajenas, aún me quedan muchos lugares que visitar, con calma y una vez al año. Por desgracia, al contrario que París Hilton, no puedo salir de mi celda cuando me apetece y largarme, debo esperar ese momento mágico donde las patrias chicas se ponen de acuerdo, hacen sus maletas y parten hacia lo desconocido.
Me hago a veces una pregunta, ¿si no lo cuentas es que no ha ocurrido? la respuesta es NO, pero cuando lo haces viajas allí de nuevo.
Ahora la cosa es más fácil, no es necesario tener veinte álbumes, basta con hacer un dvd de fotos, invitar a los allegados a una merendola y volver a disfrutar de aquello.
Como muestra un botoncillo, o mejor dicho, un puentecillo.
Don't disturb, I'm there again.